Article de Tono Folguera, productor a Lastor Media i productor català de l’any al BCN Film Fest 2025

ProFicció

Coproducir, ¡en busca del Santo Grial!

Artículo de Tono Folguera, productor en Lastor Media y productor catalán del año en el BCN Film Fest 2025, para el InfoPROA del 29 de abril de 2025

Tuve la suerte de entrar por la puerta grande en esto de la internacionalización. En el año 2004, de la mano del Loris Omedes, estuvimos nominados ni más ni menos que a los Oscar con el documental Balseros, dirigido por Carles Bosch. ¿Os lo podéis imaginar?

En los años siguientes intentamos repetir la jugada, buscando coproducciones imposibles. Ahora recuerdo con nostalgia aquel tiempo, cuando iba al Sunny Side o al IDFA, donde si no coproducías, no eras nadie. He de confesar que la frustración era muy, muy grande, sobre todo cuando veías a los Messi del documental, como Carles Brugueras o Sumpta Ayuso, allí, cortando el bacalao y con la agenda a tope (sois unos cracks, de verdad). Y tú, nada de nada, volviendo con las manos vacías, pero a la vez satisfecho, porque allí habías podido estar de tú a tú con los popes del documental catalán y coleguear con Jordi Ambrós, Joan Salvat, Muntsa Tarrés, Victor Carreras, Carme Puig o con el máster de los másteres, Joan Úbeda.

Nunca conseguí ninguna coproducción, pero allí crecí como productor. Establecí contactos que años más tarde sí fructificaron y, sobre todo, hice amigos como Pablo Usón y Daniel Hernández (¡cómo te echamos de menos!).

Cuando la precariedad del documental me empujó al mundo de la ficción, todo cambió. De nuevo la primera película fue clave, 10.000 Km, un éxito internacional que nos abrió las puertas del mundo.

Desde entonces, con Lastor Media, hemos coproducido con Italia, Bélgica, EEUU, Suecia, Suiza, Francia, Alemania e incluso con Líbano.

¿La diferencia? Tener un portafolio potente de films con recorrido en festivales y, sobre todo, tener al lado compañeras de viaje preparadas, con talento y ganas. Ellas han hecho Eaves, Torinos, Les Arcs y conocen a todo dios, no hace falta que diga nombres, ya las conocéis, yo las admiro y les estoy súper agradecido.

Coproducir no es fácil, a veces las cosas pueden llegar a complicarse mucho, pero mucho, y siempre conlleva renuncias.

Pero cuando sale bien, es una experiencia muy enriquecedora, da solidez financiera al proyecto, mejora el guion con nuevos puntos de vista y ayuda a que la película tenga un recorrido internacional mucho más ambicioso.

Y ahora tenemos la suerte de contar con las ayudas a coproducciones minoritarias, que impulsó la anterior consellera de Cultura, Natàlia Garriga, y que la actual, la consellera Sònia Hernández, ha tenido la visión de mantener. Son una herramienta clave que nos ha permitido dejar de ser los parias que andamos por Europa mendigando dinero sin nada que ofrecer a cambio. Ahora podemos negociar de tú a tú con cualquier país, fortaleciendo nuestras empresas y, sobre todo, el cine catalán.

Una súplica final: dejadnos rodar en catalán con normalidad, sin complejos ni porcentajes impuestos de lengua. Ahora que finalmente hemos conseguido ponernos a nivel europeo, no nos obliguéis a hacernos pequeños de nuevo.