Uno de los factores que seguramente más me fascinan de nuestro trabajo, que hacen que mi día a día sea siempre diferente, es poder tener acceso a una formación continua. Acabo de volver de participar a lo Anima Spirit, uno de los “inspirational labs” del festival When East Meets West, en Trieste, organizado por CEE Animation. No he hecho nunca animación para niños, no lo he pensado profesionalmente, solo lo he disfrutado durante años, especialmente con mis hijos. De repente, me encuentro que necesito repensarme y reinventarme si quiero poder desarrollar -y quién sabe si llegar a salir adelante y producir algún día- una serie de animación.
En otros trabajos y profesiones, este cambio probablemente sería imposible o nos exigiría un replanteamiento profesional de gran alcance. Pero lo que me maravilla de nuestra profesión es que podemos reinventarnos continuamente, y que existen las herramientas para hacerlo. Y no con solo que podamos, sino que con cada proyecto estamos obligados a explorar nuevos horizontes, nuevas técnicas, narrativas diversas, encontrar nuevos socios, descubrir nuevos territorios. Únicamente para ser capaces de explicar mejor unas historias que nos fascinan. Me encanta nuestra profesión. Y a la vez me angustia, pensando que no llegamos nunca a saberlo todo.
Si nunca tenéis la duda o la oportunidad, os recomiendo participar en cualquier de los “inspirational lab” del WEMW. En tres días intensos tendréis la oportunidad de descubrir rinconcitos de nuestra profesión que todavía no habéis explorado, de la mano de profesionales de primer nivel, crear una red de colegas internacionales, en un espacio muy idóneo para un networking humano y de calidad. Y seguir explorando los muchos espacios que nuestra profesión todavía nos puede deparar. No hay nunca bastante!