¡Corre, que empieza! Es una expresión que cada vez se escucha menos en las casas. Sentar a los espectadores en el sofá frente a la tele para que vean en directo tu programa es todo un reto. ¿Cómo convencer al espectador que mire “Salvados” o “Lo de Évole” como si fuera un partido de fútbol?
Los programas tienen que ir acompañados de una campaña promocional multidisciplinar. Las redes son aliadas pero no definitivas, hay que trabajar un mensaje que interpele al espectador para que venga a verte el día y a la hora concreta. La exclusividad es un buen punto de partida para que la promoción funcione, pero la realidad es que los espectadores son cada vez más libres.
Sin embargo, el dato de uno o dos dígitos que recibimos a primera hora del día siguiente, nos sigue dando la pauta de saber si vamos bien o hemos patinado. Sigue siendo el termómetro y línea de flotación para mantenernos en parrilla y defender nuestra posición.
En la era dónde puedes hacer pause a una emisión en directo, verlo 3 horas o 3 días más tarde en la televisión, en el ordenador o en el móvil, seguimos rigiéndonos por los datos que se recopilan de una muestra de espectadores que consumen la tele como en los 90.
No está lejos el momento en el que junto al share diario, recibamos un informe semanal de las visualizaciones realizadas a la carta lo que nos permitirá tener más datos para analizar. Sería interesante que los productores podamos tomar parte en el nuevo sistema que se establezca y marque las reglas del juego.