15 h del 27 de febrero de 2024. Sin previo aviso, Jordi B. Oliva nos informa a los doce asistentes que por motivos personales se ve obligado a dejar la presidencia. Silencio en la sala porque nadie se lo veía venir. Se contagia un estado de incertidumbre y preocupación hacia él por esta decisión sobrevenida. Nos tranquiliza diciéndonos que no es por ningún motivo familiar ni profesional que tengamos que lamentar y que es totalmente ajeno a cualquier tema relacionado con sus responsabilidades o gestiones en curso en PROA. Una vez asimilamos la noticia, los asistentes improvisamos un discurso de agradecimiento por su gestión al frente de PROA e involuntariamente queda resumido y dibujado su legado durante sus tres años como presidente: valentía, voluntad de cohesión, generosidad, respeto y escucha activa.
Gracias, Jordi, por presidirnos, representarnos y defendernos, pero sobre todo y a título personal, por tu amistad.
El orden del día previsto se altera radicalmente, pero sin perder el foco en los tres objetivos más importantes para PROA actualmente y que nos harán salir de este 2024 mejor de lo que hemos entrado de forma objetiva y verificable por parte de nuestros asociados, la cultura y la industria audiovisual en general: la Ley del Cine y la Cultura Audiovisual del Estado español, la Llei de Comunicació Audiovisual de Catalunya y el documento “Greuges CCMA”. Los tres son de vital importancia para la producción independiente, para la calidad de los contenidos y la creación de referentes, para el prestigio y la innovación de nuestro sector y para hacer realidad una industria audiovisual fuerte, sólida y competitiva.
Montserrat Bou nos informa de que los estatutos de PROA contemplan esta situación y especifica que en caso de dimisión del presidente, los vicepresidentes pueden asumir esta responsabilidad hasta acabar el mandato sin necesidad de hacer nuevas elecciones y un nuevo equipo. Es de vital importancia que el equipo que ha empezado estas batallas las acabe. Son muchos los encuentros, negociaciones, gestiones, compromisos adquiridos y reuniones transversales en diferentes ámbitos como para tener que levantar el pie del acelerador.
Estamos presentes cuatro de los cinco vicepresidentes elegibles y nos miramos con cara de circunstancias. Sin mucho tiempo para meditarlo, manifiesto a la Junta que estamos cerca de consolidar los objetivos de este mandato y hay que continuar adelante para lograrlos, y que si se mantiene el mismo equipo, la misma representatividad y las mismas pautas iniciadas por Jordi B. Oliva, me ofrezco para dar un paso adelante y presidir PROA hasta acabar el mandato.
La Junta Directiva me vota por unanimidad, y salgo con la energía necesaria y el convencimiento de que con toda la Junta y el equipo de PROA actual, mejoraremos el ecosistema de todas nuestras empresas asociadas. Y cuando digo todas, quiero decir todas.