Aquí tenemos mucho talento y se hacen producciones de gran calidad que a menudo viajan por todas partes. Lo vemos tanto en nuestro cine como en nuestra ficción televisiva. Pese al aumento de costes de los últimos años, la relación que tenemos de calidad / precio en nuestras producciones todavía nos permite ser muy competitivos a nivel internacional. Sin embargo, a menudo necesitamos tener más recursos para poder hacer proyectos más ambiciosos y/o para poderlos construir bien.
Con el boom actual de las series, en los últimos años han nacido nuevas formas de financiación de las instituciones públicas para apostar por proyectos con esencia europea. El ICEC y MEDIA ya hace unos años que lo hacen y ahora parece que entrará también Eurimages y, posiblemente en uno o dos años, el ICAA. Tenemos que celebrarlo y vivirlo de forma muy positiva porque es un revulsivo muy importante para la industria audiovisual.
Y no solo lo tenemos que celebrar los productores independientes, puesto que estas ayudas mayoritariamente nos apoyan y nos reconocen como parte del motor de la ficción televisiva y nos permiten tener parte de la IP, sino también las televisiones y las plataformas. Eso nos permite que, entre todos juntos, hagamos ficciones que puedan ser más ambiciosas y con más posibilidades de ser exportadas.
Pero todas estas ayudas tienen unos condicionantes que tenemos que cumplir si queremos tener acceso. Estas nuevas vías de financiación obligan mayoritariamente a tener más de un emisor en el proyecto y a buscar equilibrios entre ellos, sobre todo cuando no hay una limitación territorial. Las ayudas europeas, además, exigen proyectos diseñados con coproducción de países de la Unión Europea y limitan la temporalidad de los derechos.
Tenemos que luchar por que se entienda que se puede trabajar de forma conjunta creando, por ejemplo, sinergias de proyectos cruzados, sin pedir que tengan características propias de cada realidad territorial de los emisores que participen. Este es un esfuerzo que tenemos que pedir a nuestras televisiones e instituciones. Seguramente no todos los proyectos entran en esta ecuación, pero sí los que quieren tener capacidad internacional.
Incorporando nuevas maneras de relacionarnos, haremos viable acceder a esta nueva financiación y potenciar nuestro talento. Solo depende de nosotros transformar los condicionantes en oportunidades.