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25 años de Diagonal

Artículo de Jaume Banacolocha, CEO y productor ejecutivo de Diagonal

En realidad han pasado 27 años y parece que solo han pasado 10. Todo ha sucedido muy rápido, demasiado. Ya no están en la compañía las dos personas con las que creamos Diagonal: JM Benet i Jornet (acs) y Joan Bas; sin ellos esta aventura no habría ocurrido. Joan fue decisivo para que nos abrieran las puertas de las cadenas, porque en esos años solo había televisión en abierto; las puertas a las que llamar eran pocas, y las productoras con las que competir por los proyectos eran pocas y todas conocidas por todos. Aun así, fueron tiempos difíciles a nivel estatal.

Creo que lo que más ha cambiado en estos 25 años ha sido el sistema de contratación. Antes, una vez tenías una producción, la tramitación de los contratos era un trámite fácil. No digo rápido, ya que en muchas ocasiones y de forma muy habitual, comenzábamos a grabar sin tenerlos firmados.

La entrada de las plataformas ha hecho que las contrataciones de las producciones requieran una profesionalización de las compañías y la necesidad de un equipo de legalistas que esté en todo momento revisando todas las cláusulas; realmente es uno de los momentos más importantes de la producción.

Las formas de grabar poco han cambiado. Lo que sí tenemos es más tecnología y mejor para realizar, pero las formas no han cambiado demasiado.

En cuanto a las tramas, años atrás los argumentos que pedían las cadenas debían tener la particularidad de que la familia y los hijos estuvieran presentes en el argumento y debían tocar un poco todos los palos de la cotidianidad, ya que nuestro mercado era el territorio catalán o el del Estado español.

Pero con la entrada de las plataformas y quizás un poco antes, los argumentos ya derivaron hacia los thrillers, el suspense y, sobre todo, las adaptaciones de novelas, así que se ha abierto un gran abanico de argumentos. Hoy producimos una serie y seguramente la podrán ver en todo el mundo.

No quisiera terminar estas líneas sin reivindicar a las PRODUCTORAS, porque demasiado a menudo en el mundo de los contratistas se nos quiere llevar hacia el mundo del cine español.

La televisión es una industria y debemos estar orgullosos, por eso hay muchas productoras y bien reconocidas. El cine aún es una obra de autor.

¡Viva el audiovisual!