Arranco estas líneas con una sonrisa de ilusión. Hace poco más de una semana pudimos, finalmente, reencontrarnos en la Noche PROA. Fue un encuentro muy especial, porque aparte de coincidir con mucha gente que hacía tiempo que no veía, por lo general se respiraba un buen ambiente y se destilaba esperanza. Dos años de pandemia sumados a casi diez de crisis no han sido capaces de tumbarnos y hemos cerrado un 2022 con bastante éxito. Pero también con bastantes asignaturas pendientes.
Ya se sabe que los lobbistas nunca bajamos la guardia y siempre hay margen para corregir y mejorar de cara a nuestras empresas y asociaciones. El deber de las instituciones es legislar y ejecutar. Y es nuestra obligación velar por que se legisle de manera correcta y cuando no se hace, como ocurrió con la LGCA, denunciarlo. Porque no, no lo hemos olvidado. Y por eso estaremos dispuestos a ver cómo evoluciona la nueva Ley del Cine y de la Cultura Audiovisual que ha preparado el ministro Miquel Iceta y que ha sido aprobada por el Consejo de Ministros. Os aseguro que no nos quedaremos de brazos cruzados si nos vuelven a apuñalar por la espalda.
Y lo haremos a todos los niveles y en todas las administraciones. En Baleares, por ejemplo, desde PROA seguiremos presionando al Govern Balear para que el ICIB sanee sus deudas con nuestras asociadas y se convierta en el verdadero impulsor de la producción que debería ser. La precariedad a la que nos someten es inaceptable.
Hago un llamamiento, de nuevo, a los partidos políticos del Parlament de Catalunya para que en los nuevos presupuestos para 2023 se dote a la CCMA de los recursos económicos necesarios para garantizar, fomentar y estabilizar la contratación de los contenidos producidos por nuestros asociados. Y vuelvo a advertir: no toleraremos que con la excusa de la nueva OTT se pretenda residualizar la producción independiente. Nuestro trabajo tiene un valor y un precio.
En la Comunidad Valenciana, el 2022 también ha sido un buen año. El cine valenciano ha vuelto, por ejemplo, a Cannes, algo que no ocurría desde Berlanga. Al frente del Institut Valencià de Cultura se ha incorporado Francesc Felipe con un programa muy ambicioso que esperamos que se cumpla. La asignatura pendiente, como siempre, la televisión pública, una de las más infra financiadas del estado en relación a su número de ciudadanos y que no responde económicamente a las necesidades del sector de la producción.
No todo son sombras, también hay luz y proyectos ilusionantes. En Cataluña el Departamento de Cultura ha prometido un incremento de 100 Millones de presupuesto que nos acerca a nuestra reivindicación del 2% y nos congratulamos. El 2023 será el año en que consolidar ANIMAR como el gran congreso europeo de la animación y consolidar Barcelona como capital europea de la animación que se merece. Las bases son asentadas y desde PROA no hemos parado de trabajar para que la edición de este año sea mejor.
Nuestros socios de Devicat se han propuesto recuperar el Gamelab en Barcelona y convertirlo en el principal evento del videojuego de Europa, y lanzarán la primera edición de los Premis Catalans del Videojoc. ¡Seremos con ellos, como siempre!
Por último, el último deseo del año: que en 2023 todos podamos trabajar más y mejor. ¡Felices Fiestas!